Vuelve a estar de moda la pareja para toda la vida

  Leonardo di Caprio protagonizó una película en la que se decía que el virus más potente que existía era una idea en lo más profundo del inconsciente. Y por eso había un equipo de personas que trabajaba para incrustar ideas ahí de forma exprés a través de los sueños. Aclaro que al hablar de virus, lo hacen con la idea clásica de virus como algo malo que hace daño. Sin embargo, la realidad sobre los llamados virus físicos es bastante discutible, pero no voy a entrar en ese tema.
 
  Bueno. Esa película se titula Origen, y es una clara alusión a cómo funcionan precisamente las películas que se cree nuestra mente y que actúan de cimientos sobre los cuales construimos nuestra realidad en la vigilia. Es una clara alusión a qué han de hacer los llamados ingenieros sociales para crear una sociedad a su gusto.

  Mi percepción cuando yo era adolescente, allá por los años 90, es que empezaban a convivir dos ideas sociales en torno a tener pareja. Una de ellas era la clásica de querer una pareja para toda la vida. Y la otra, la nueva, era un nuevo “virus” llamado eso-de-una-pareja-para-toda-la-vida-son-tonterías-se-puede-vivir-muy-bien-solo-y-tener-rollos-con-quien-te-dé-la-gana. Claro, para una naturaleza biológica que lo que quiere es reproducirse para asegurar la supervivencia de la especie, esta última idea es gloria bendita, porque te legitima socialmente la poligamia y el 0 compromiso.

 ¿Entonces debería haber más natalidad? Pues no, todo lo contrario. Este virus lo que hace es destruir la natalidad y, si se produce, puede provocar que los niños crezcan sin la figura paterna y la figura materna viviendo en la misma casa, en el mismo nido. Se crean menos parejas estables con proyecto de familia, se crean menos “nidos” necesarios para que la biología femenina se sienta a gusto para procrear, al tiempo que se redoblan fuerzas para la anticoncepción. Y ya ni hablar de la economía, la crianza por parte de los abuelos, padres sin tiempo para los hijos, etc. Al final, el resultado de todo el constructo de sociedad actual moderna y avanzada es… el k.o. a la natalidad y el k.o. a la creación de familias habitando en el mismo nido.
 
  El ser humano tiene su parte animal, pero le pasa algo especial que no les pasa a los animales. Aunque compartamos biología con ellos, aunque nosotros seamos de base animales y nuestra supervivencia dependa de esa base animal claramente, pues hay algo diferente…
 
  Cualquier especie animal de manada tiene muy claro su funcionamiento social. Informáticamente, se diría que tienen su configuración predeterminada sin opción de cambios. El ser humano, debe de tener también su configuración predeterminada. Pero lo especial es que en cada parte del mundo, en cada grupo social, país o región surgen opciones de configuración. Y claro, cuando tienes por ejemplo la opción de modificar los graves y agudos de un sonido, o el enfoque y reglajes de una cámara de vídeo, puedes conseguir adaptar mejor esa imagen y sonido o puedes hacer un verdadero churro. Claro, es un churro premeditado, por supuesto.

  ¿Quién tiene la opción de configuración en los seres humanos? Pues los ingenieros sociales, los que saben cómo incrustar programas mentales. Y si para configurar nuestro ordenador o computadora usamos el mousse o ratón, una de las herramientas de configuración-hackeo social ha sido y es la televisión. Que sí, que lo habrás oído miles de veces esto de que la televisión nos domina. Lo único que estoy haciendo es mostrarte mi visión sobre este tema para llegar adonde quiero llegar. Y bueno, a la televisión, le sumamos Internet y redes sociales, está claro.
 
  Usando esas opciones de configuración del ser humano, tal vez estés de acuerdo conmigo en que la Humanidad, lejos de haber avanzado hacia la consciencia, está totalmente distorsionada. Yo estoy en contacto con personas de pueblo y de campo, y es muy abrumador su lamento cuando interpretan cómo está la sociedad ahora, lo difícil y complicado que parece vivir cuando antes era tan fácil. No estoy entrando en si antes había más o menos sufrimiento o si había más cosas malas o más cosas buenas. Estoy hablando de que en términos de fácil-difícil, manifiestan lo complicado que se ha vuelto el vivir ahora.
 
  ¿Qué pasaría si volviera a estar de moda lo de la pareja para toda la vida? ¿Qué pasaría si hubiera parejas que formaran equipos de convivencia? ¿Qué pasaría si incluso se formaran familias? Estas preguntas tan absurdas hace 40 años, ahora son casi blasfemias sociales.
 
  ¿Y qué pasó en ese cambio de ideas acerca de las parejas? Lo que pasó es que los antedichos ingenieros sociales, siguieron sus propios planes para conseguir sus objetivos -que tampoco voy a entrar en ellos-. Lo que pasó es que en vez de caminar para armonizar las relaciones de pareja, para intentar que fueran para toda la vida, para que evolucionara cada miembro de la pareja individualmente y sabiéndose poner en el lugar del otro, lo que se hizo fue… empezar a fabricar el desastre espiritual a nivel de parejas que hay en la actualidad.

  Al “lavar al bebé en la bañera”, en vez de tirar por el desagüe el agua sucia, lo que se hizo fue tirar también al bebé por el desagüe, y comprar muñecos con pilas que repitieran la misma frase pulsando un botón. Es decir, se decidió que había que eliminar en las personas la idea de una pareja para toda la vida. Se decidió que lo moderno era ser más libres y poder tener varias parejas, cortar relaciones a las primeras de cambio, etc. Se decidió crear el virus mental de que una pareja para toda la vida era una cárcel y algo antiguo que ya no tiene cabida en una sociedad “avanzada”…

  Se decidió que lo antisistema, lo guay, era saltar de pareja en pareja, sin profundizar en las relaciones, dejar la relación en el primer desencuentro “porque yo valgo más que todo esto y tú te lo pierdes”, echando la culpa al otro y nunca mirándose uno a sí mismo. Nunca viendo que en ese desencuentro, os estáis dando la oportunidad de resolver desarmonías internas de los dos. Y que si no resuelves eso, la próxima pareja te lo reflejará de nuevo. Y creerás que todos los hombres son iguales o que todas las mujeres son iguales, cuando lo que es igual eres tú mismo, tú misma. Soluciones a estas situaciones es lo que voy a ofrecer dentro de unos meses en una formación y acompañamiento apasionante.

  Lo curioso es que lo antisistema en realidad sería tal vez aceptar lo que creo que todos llevamos dentro, que es esa idea de estar con una persona de compañera de vida para todo el trayecto. En numerosísimas ocasiones he ayudado a personas que estaban muy “modernizadas” en cuestiones de pareja, y que al final, tras las máscaras del ego, del miedo y de la programación, han terminado admitiendo que lo que quieren de corazón es estar toda la vida con una sola persona, con una persona adecuada para poder evolucionar juntos y poder disfrutar de las alegrías y poder disfrutar de superar obstáculos. Y que aunque las cosas están como están y no sea muy cuerdo el traer niños al mundo, el deseo de su corazón es tener hijos.

  ¿Era adecuado el modelo antiguo de una pareja para toda la vida? Pues mira, como mínimo era más adecuado que el actual. ¿La pareja de toda la vida también puede ser una programación mental? Evidentemente puede serlo. Sin embargo, seguramente conocerás a parejas de abuelitos que siguen enamorados y que han estado toda la vida juntos. Seguramente conoces a esos ideales. Seguramente tienes la idea de que eso de para toda la vida no existe y sin embargo se te cae la baba cuando ves a dos ancianos pasear de la mano y hacerse cariños. Seguramente hay una disonancia entre la programación anterior que llevábamos y la programación actual.
 
  Ahora te hablo un poco sobre mí. Yo me creí hace mucho lo de la pareja para toda la vida porque de hecho veía casos de éxito reales. Empecé relaciones con la idea de que fueran para toda la vida. Luego me “desengañé” y me agarré a la idea de que bueno, lo mismo se podía estar unos años con una persona mientras se esté bien, y si cae la breva, pues dura mucho la relación. Es decir, la idea generalizada ahora mismo.
 
  Así pues, he tenido activada la programación antigua y también la moderna. Pero con una particularidad, y es que creía que yo estaba eligiendo. Ni por asomo pensaba que lo que tenía eran ideas de otros asumidas por mí.
 
  ¿Y qué pasa ahora? Pues que viendo esto desde el punto de vista de un observador y sin estar en pareja como llevo ya años, he podido estudiar minuciosamente este tema. Porque es algo muy importante para mí. Lo ha sido desde bien pequeñito. Aparte de jugar al tenis y disfrutar de buena salud, ¿qué hay mejor que tener alguien a tu lado para caminar juntos en la vida? Y aunque se tengan caminos separados y distintos, ¿qué hay mejor que caminar juntos esos caminos separados?

  Por todo ello, he analizado y he ido comprobando las pautas de comportamiento en pareja. He revisado la espiritualidad dentro de las parejas. He revisado la descodificación del por qué se tienen problemas en pareja. He revisado cómo funcionan las energías a nivel de la pareja. Y personalmente me he ido construyendo a mí para intentar tener una pareja desde la consciencia, y para sentir a esa chica incluso antes de conocerla. Para que la única necesidad sea la de compartir juntos una evolución consciente, saber superar lo “malo” y disfrutar de lo “bueno” desde el amor, el respeto y la responsabilidad, dejando a un lado las culpas tan inherentes a las relaciones de pareja. La culpa es el gran enemigo de las parejas: el culpabilizar al otro o el culpabilizarse uno mismo.
 
  Seguiré hablando sobre estos temas en próximos artículos. Hablaré sobre las 3 normas básicas para garantizar el éxito de una pareja, que también incluyen la separación consciente si ha de darse. Hablaré sobre los distintos tipos de pareja que se forman en base a las necesidades que se tienen. Hablaré de mucho más. Me estoy ayudando a mí en esta área de la vida y voy a ayudar a muchísimas personas que quieran prepararse y encontrar a esa pareja para toda la vida desde la consciencia.

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