Fue en una llamada telefónica…
… con una señora mayor con voz de abuelita adorable. La señora me dijo “es que mis hijas me quieren continuamente”.
Claro, la frase me pareció que estaba peculiarmente construida, y además no veía problema por ningún lado en que a alguien le quieran continuamente. Por lo tanto, pensé que yo no había entendido bien debido a los fallos de cobertura que parece haber tras las lluvias torrenciales. Y le pregunté qué quería decir con eso sobre sus hijas…
Y entonces me dice “¡que me hieren! que no paran de hacerme daño”. ¡Ah! Vale, eso ya tiene más sentido, me dije. La gente no suele contactar conmigo porque tengan un exceso de cariño, je, je.
Me chocó mucho, ciertamente, mi confusión por un “ligero” cambio de letras. Y me quedé pensando tras esa conversación telefónica.
Y pensando pensando…
… me digo “claro, si es que muchas veces, sobre todo entre las parejas que se dicen que se quieren, la realidad puede ser que se están hiriendo tras una cortina de supuesto amor”.
Sin embargo, cuando somos adultos y tenemos cosas que resolver en nuestro interior, cuando tenemos precisamente heridas para sanar, a veces “usamos” a la pareja como metedores… como metedores de dedos en las llagas, por supuesto.
Sería algo así como que si tenemos a dos chicos o a dos chicas para elegir como pareja, nuestro inconsciente –al que le va la marcha que no veas-, elige a aquella pareja que te puede aportar algo en cuestión de resolver desarmonías que ya llevamos nosotros.
Y para resolver esa desarmonía, qué mejor que alguien que te haga saltar tus programas mentales erróneos y tus creencias desarmónicas con el amor esencial que llevamos en nuestro interior. Quién mejor que un/a “tocallagas”, por no decir tocap… En fin…
A menudo, se eligen parejas para que haya “fiesta emocional”
Cuando un miembro de la pareja dice que el otro “le hiere”, en la ficción está teniendo razón, porque el papel del otro en la película que nos hemos querido montar al iniciar esa relación es precisamente hacer como que te hiere.
Pero fuera de tu película, en la realidad, tú has elegido a los actores y has hecho el guión para tu propia satisfacción de hacer la película que quieres.
Y has hecho tu película para sentirte herido/a. Lo has hecho porque sabes que así tienes posibilidades reales de ganar un Oscar. Tienes posibilidades de darte cuenta de qué es lo que tienes que cambiar o liberar en ti para avanzar espiritualmente.
Por eso, creo que conviene seguir lo máximo posible con una pareja que no nos beneficia en principio, porque hay un gran potencial de aprendizaje y de superación personal si eliminamos muchas debilidades internas.
Y por supuesto, conviene seguir porque esa pareja puede tener muchas cosas que te gustan o que te encantan.
Cuando una pareja se junta y tiene temas internos que resolver, en el fondo esas personas son parecidas a nivel complementario. Por ejemplo, en una relación donde hay una parte con un exceso de dominación y la otra parte con un exceso de sumisión. Se complementan perfectamente para sanar y solucionar ¡los dos! esos excesos desarmónicos con nuestro ser esencial.
- Pues que estén muchísimo mejor disfrutando de sus cosas en común y evolucionando espiritualmente de la mano
- O que se den cuenta los dos, de forma natural y desde muy adentro que ya no quieren estar juntos, que la relación se ha quedado en algo soso y sin sentido
- Que la persona que resuelve no le vea sentido a seguir en esa relación en la que el otro no se percata de sus desarmonías y sigue echando culpas afuera. Es como decir “yo ya siento que he aprendido lo que venía aprender y no soy capaz de seguir con una persona que no se mira hacia adentro”.
- O que la persona que resuelve, en un acto de amor y valentía, siga con la relación desde el amor para estar atento y ayudar a su pareja cuando ésta admita que necesita ayuda y la pida. Porque… es difícil ayudar a alguien que ni siquiera sabe que tiene que ser ayudado. O niego rotundamente que necesite ayuda.
- El otro no puede herirte ni darte felicidad. No puede hacerte daño a no ser que haya en ti algo no resuelto que te perturbe debido a que te ha metido el dedo en la llaga. Dicho más sencillo, si el perturbarse se produce porque algo o alguien te mete el dedo en la llaga, si no hay llaga… pues eso, ya lo has entendido. Y no puede darte felicidad si no tienes felicidad ya en ti.
- Cuando nos vamos a un exceso de algo: dolor, alegría, comportamiento… hay algo que no está equilibrado en nuestro interior. Cuando algo nos perturba en mayor o menor intensidad, está haciendo “contacto” con una perturbación sin liberar que llevamos nosotros adentro.
- Por mucho que te moleste el que te digan que estás siendo guiado por programas mentales, tus programas mentales para bien o para “mal” son los que conducen tu vida. Lo externo no tiene la culpa de cómo te sientes tú en lo interno.
- Aunque vivir es en realidad algo muy simple si te tiene la sabiduría adecuada, las desarmonías de vivencias traumáticas y los pensamientos erróneos sobre la vida y la realidad complican y mucho la existencia. Si estás en armonía interior, vivir es tan simple que da risa (hay monjes tibetanos que se ríen de todo). Pero si hay intrincados de creencias erróneas mezcladas unas con otras, entrelazadas y aderezadas con emociones atrapadas, la cosa se puede complicar bastante.
- Un proceso de sanación puede ser simple o puede ser laborioso. Lo adecuado es usar la tétrada HUMILDAD-CONFIANZA-DESAPEGO-CONSTANCIA. La humildad de aceptar que soy yo quien se tiene que sanar, que hay algo en mí que no va bien, y además puedo recibir ayuda. La confianza de que es posible sanar –si miras hacia atrás, tal vez te des cuenta de que sigues vivo/a a pesar de todo lo que te ha pasado en la vida y tal vez te des cuenta de todo de lo que te has salvado-. El desapego de que el resultado sea ya mismo, te da paciencia. Y la constancia de seguir adelante con pequeños pasos o pasos grandes es la que te lleva a conseguir cosas diferentes en tu vida. Si no hay cambios aunque sean pequeños, no obtienes nada diferente.
Muchas gracias por leerme! Saludos
PD: Si tu pareja “te hiere” se parece un poco a que “te quiere”, porque está trabajando duro “hiriéndote” para que tú superes tus cosas y seas más coherente y feliz en esta vida. Y lo hace desde un papel secundario, le pagan menos que a ti en la película. Es tu actor secundario o actriz secundaria, ya que la estrella protagonista eres tú.
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